Que jodida la distancia, y que jodido es a veces querer.

Echarte de menos es poco.
No sé por dónde empezar. Supongo que nunca leerás esto, y si lo haces, espero que sea dentro de unos años cuando estemos juntos riendo de nuevo.
Desde que tú te has ido, nada es lo mismo. Y no hablo del simple hecho de que aquí se te eche en falta. Hablo de mí. De mí por dentro. Cuantas noches me habré ido a dormir devastado pensando…Ojalá estuviera aquí mi caracabra, mi nena, “La novata”. Tengo taaaantas cosas que contarte, tantos sentimientos encerrados esperando a ser liberados, que no sabría por dónde empezar. Pero no voy a escribirlos por aquí, porque no lo vas a leer, y en caso de que lo leas, no sería lo mismo.
Lo que si voy a decirte es todo lo que echo de menos, y seguro que me quedo corto.
Echo de menos los días en los que me llamabas estando en la biblio, y sin yo decirte nada, con solo escuchar mi tono de voz decías: “en 30 min estoy en tu casa”. Aunque luego siempre eran más de 30, porque ya sabemos que tú y la puntualidad…O cuando te decía: “No, quedamos en el 711 que voy a ir a comprar tabaco”, y tu siempre acababas llamándome diciendo que saliera que estabas en la puerta de mi casa. Echo de menos los piques que te pegabas por no especificar con el dedo la derecha y la izquierda cuando conducías. Echo de menos salir del maldito Commissary con veinte dólares pero con una sonrisa enorme porque había quedado con mi caracabra. Echo de menos esos miércoles de lunch date. Echo de menos los días de ir a hacer fotos y que te olvidaras la batería de la cámara, o que no estuviera cargada. Echo de menos ir a nuestra playita a reventar las ramas para desahogarnos. Echo de menos tus ideas de bombero que acababan resultando en planazos. Echo de menos que no me aguantes pedo, pero que al mismo tiempo sí que lo hagas porque me quieres. Echo de menos ir a comprar contigo, e ir a la sección de comida vegetal o natural. Echo de menos que te metieras conmigo por liar trompetas. Echo de menos el estar enfadados, y que sea vernos y no poder seguir así. Echo de menos mirarte a los ojos y que el sonreír me salga solo. Echo de menos a mi mejor amiga. Echo de menos a la persona que hizo que viera la vida como algo maravilloso. Echo de menos sentirme seguro a tu lado. Echo de menos no sentirme ridículo llorando delante de alguien. Echo de menos tener que llamar a tu casa porque no me contestes al móvil. Echo de menos tus abrazos. Echo de menos perdernos con el coche porque mi GPS nos vacila. Echo de menos los días de peli, los días de fiestas, los días de no hacer nada más que estar juntos. Echo de menos nuestros intentos fallidos por ir a ver el amanecer. Echo de menos no enterarnos de que estamos hablando y acabar discutiendo por malentendidos. Echo de menos el sentir que hasta correr es divertido mientras sea contigo. Echo de menos que me calmes en mis momentos de poner la mente en blanco. Echo de menos que me pidas consejos en cosa que a ojos de los demás eran tonterías, pero ambos sabíamos lo importante que era para ti. Echo de menos que Cornelious me eche la bronca por no dejar de hablar contigo. Echo de menos liarla contigo. TE ECHO DE MENOS OLGA.
¿Y sabes que es lo peor de todo? Lo más doloroso de todo es que haga lo que haga, vaya a donde vaya, quede con quien quede, me acuerde de ti. Y es bonito el echarte de menos. Pero duele. Duele sentir un vacío en el pecho y que no esté tu media naranja para llenarlo, o al menos hacerlo más pequeño. Duele ir conduciendo por Vb e ir pensando en que hace un año estaba ahí, en ese mismo sitio, pero contigo. Duele que la gente me pregunte que qué tal estás. Duele que la gente me pregunte que si te echo de menos. Duele mirar a cualquier esquina de mi habitación y tener un recuerdo tuyo. Duele que aún me queden 8 putos meses para volver a verte. Y sobre todo, lo que más duele, es hacer Skype contigo y hacer como si todo va bien. Porque te prometí que seguiría siendo feliz, y eso estoy intentando. Pero hay veces que se hace cuesta arriba, y más si tu mejor amiga está a millones de kilómetros.

Te quiero Olga, te echo de menos, y no puedo esperar a volver a abrazarte.

Efe catorce pt. one

Se acerca esa fecha que todos los lonely hearts rehuímos. La típica semana en la que los pasillos del corte ingles se tiñen de rosa y la caja roja de Nestle se pone de oferta. Ese famoso día del año en que encerrarte en tu cuarto y tragarte una temporada entera de Sexo en Nueva York suena algo celestial.
Querido 14 de febrero, no se si maldecirte a ti por existir o maldecirme a mi por dejar que pase otro año mas sin recibir flores.



Y como no lo se, paso de maldecir a nada ni nadie.
(:

tertulias nocturnas

Hoy es una de esas noches en las que no consigo conciliar el sueño. Una de esas noches en las que los recuerdos envenenan mi corazón con lagrimas de arrepentimiento y deseos de construir una maquina del tiempo. Quién me diera a mi la oportunidad de volver atrás, de ahorrarle ese daño a esas personas. De aprender por las buenas que lo que a uno le parece inofensivo para otros termina siendo lo mas nocivo. Hoy es una de esas noches en las que cierro la puerta de mi cuarto como si de una cárcel se tratase. Con la cabeza tan llena de cosas que tengo que dejar que Johnny Cash hable por mi y me ayude a definir el peso que tengo en el pecho. Por que a veces un perdón no sirve.  Lo peor -y estoy solo un 98% segura de esto- no es el arrepentimiento.. es el sentimiento de incapacidad. De saber que todo esta hecho, y que todo no fue suficiente. Lo segundo mas difícil es el realismo de lo mucho que apreciabas a esas personas que hoy no te quieren dirigir la palabra.. El mirar fotos suyas con melancolía e imaginarte a ellos mirando las tuyas con odio. Ojala haya un Dios que les haga saber lo mucho que lo siento, lo mucho que me siguen importando, y con cierta carisma- lo mucho que les cotilleo el instagram. Lo tercero es el darse cuenta de que te has fallado a ti mismo, de que aspirabas a ser mejor que eso, y mas tontamente aun, te creías que lo eras. Has fallado. Y ahora -con las mejillas irritadas por las lagrimas y un respiro- os pido que os deis un momento para empezar a leer lo cuarto. Se trata de lo ultimo y mas importante que se piensa, de hecho mucha gente se olvida de llegar a esta conclusión: uno tiene que saber perdonarse a si mismo antes de esperar el perdón de los demás.
Porque el tiempo pasa, las plantas crecen, y la gente cambia. Y siempre tendré la esperanza de que El de Ahí Arriba los vuelva a cruzar por mi Camino para que vean que no soy la misma persona que era hace dos años, o hace un mes... Tengo la esperanza de volver a conocernos.

Hoy he conseguido entender que ayer eramos peores desconocidos que los que seremos mañana.
Para marijuana, 10, mi madre,  y todos los demas que me habeis enseñado.

Error



Error. Curiosa palabra a la par de bonita. Tres letras, una de ellas varias veces repetida. Es insignificante. Y puede hacer mucho daño. Errar es humano, y no lo digo yo, lo dice el dicho. Pero es más cierto de lo que parece. No nacemos con un manual de instrucciones entre las piernas ni nada por el estilo, así que solemos equivocarnos con frecuencia porque en ocasiones no somos capaces de discernir entre lo que está bien y lo que está mal.

Y entonces erramos. Y la hemos cagado. Porque entra en juego la sociedad, esa maravillosa sociedad en la que vivimos, carente de prejuicios (nótese la ironía), que nos etiqueta de un modo u otro, sea verdad o no. Y sin darte cuenta te ves convertido en algo que no eres, y acabas creyendo su propia versión de tí mismo. Y eso ya no hay Dios que te lo quite.

Lo que hay que hacer, intuyo (y digo intuyo porque por desgracia no soy ningún especialista en la vida), es sonreír, y siempre mirar hacia delante. Porque, citando otro dicho popular, de los errores se aprende, y no hay mal que por bien no venga. Es cierto. Los errores son enseñanzas, forjan tu carácter de un modo firme y seguro. Nos hacen caer, pero a la vez nos ayudan a encontrar las fuerzas para levantarnos. No importa cuánto tardemos en hacerlo, simplemente, nos levantamos. Y todo queda muy lejos cuando damos el primer paso; al segundo paso, ya ni existe. Y al tercero te das cuenta de que si que existe, porque tienes una etiqueta puesta.

Lúcela con orgullo. ¿No se supone que cuántos más errores, mayor es el aprendizaje y la experiencia?

Relato de un Superviviente

El mundo se ve hermoso sin el hombre, avanzando sin modelajes, sin adaptaciones. La sabia naturaleza renueva sin descanso, crea formas nuevas, destruye el pasado. La soledad me va condenando a observar la hermosura de un planeta renovado, y me pregunto por qué soy yo el espectador de esa belleza, por qué la vida me ha dado el sinsentido y ha cambiado vivir por sobrevivir como derecho obligado. La soledad me ha regalado la obligación de permanecer con vida, de buscar el sentido a esta locura sin salida, para justificar mi propia existencia como el futuro de una especie. Yo lo veo así, no puede haber sentido alguno de supervivencia cuando sabes que estás sólo en el mundo, sin recursos ni derechos.
Todo empezó a deshacerse cuando mi conciencia tomó forma y supe qué esperaba de mi vida la naturaleza.  Vivir hasta parecer, nacer para morir, ver morir tu especie, subsistir como se puede.

Saber que el mundo está en silencio para siempre duele; ver como mi vida ya no vuelve, que hasta mi soledad se desvanece. Y sólo el tiempo es dueño y testigo de todo el sentido que implica vivir solo en este abismo.

No lo entiendo

No entiendo. No entiendo en que nos estamos convirtiendo. No entiendo nuestro egoísmo, nuestro afán de protagonismo, de buscar la perfección cuando en realidad es un simple mito.
No entiendo como se puede acumular tanto odio en un cuerpo, y desprender amor al mismo tiempo.
No entiendo las ganas de hundirnos en los problemas en vez de brindar por las alegrías y quitarnos las penas.
No entiendo nuestra hipocresía al creernos algo que nunca llegaremos a ser. 
No entiendo las carcajadas que acaban en llantos.
No entiendo como podemos dormir con la conciencia tranquila mientras destruimos nuestro hogar y nadie hace nada para frenarlo. 
No entiendo porque valoramos más la posición económica que el propio valor de las personas.
No entiendo la cobardía del Ser Humano que hace que tendamos a salir corriendo de los problemas. 
No entiendo el racismo cuando todos somos personas. Ni la homofobia cuando de amor se trata.
No entiendo la violencia cuando lo único que hace es guiarnos a la destrucción. 
No entiendo como somos capaces de tropezar con la misma piedra hasta llegar al punto de encariñarnos con ella.
No entiendo nuestra facilidad para juzgar, sin habernos analizado a nosotros mismos anteriormente.
No entiendo el consumismo cuando reina la pobreza.
No entiendo los vicios de la vida que acabarán alejándonos de ella.
No entiendo que cambiemos nuestro cuerpo con operaciones cuando lo natural es símbolo de belleza.
No entiendo que aprendamos a usar un condón antes que a usar la cabeza.
No entiendo los errores del pasado que siguen realizándose en el futuro.
No entiendo porque hay gente viviendo en mansiones, y otros en la calle pidiendo. 
Pero lo que de verdad no entiendo, y nunca llegaré a entender, es como a pesar de todo esto el Ser Humano se cree más inteligente que el resto.

You decide.

Have you ever found a song you felt was written exceptionally for you? A song with the ability to bring you back to those moments you've been so desperately trying to hide behind that one door in your mind you tend not to knock. A song capable of turning those indescribable feelings into words filled with meanings only you are able to understand. A song that could be considered a brain to your now drunk and sunken heart. It's funny how you've probably had that song on "Repeat" mode for the past week, sinking yourself each time more and more in what you would now call "my miserable, lonely, pointless, and discouraging life".

On the other hand, we all have that one song that can soothe our heart by just playing the first 3 seconds. A song that will always bring you back to the happiest of all happy moments. A song that, without you even knowing it, provokes some type of forgotten deformation in your serious face.

Let me just ask you: How long have you had this one last song on "Repeat"?